SOBRE MI
La respuesta a la pregunta de ¿Cómo empezaste a practicar estos deportes o mejor dicho cuando empezaste a correr?
Yo me inicié en esto del deporte tiempo después de hacer la mili, cuando decidí hacer algo, ya que estaba un poco gordito y me propuse prepararme para ser bombero, o mejor dicho prepararme para la oposición de bombero. Entonces me apunté a un gimnasio en la colonia de Los Ángeles, cerca de mi casa; cruzaba la carretera de Boadilla, y ya estaba el gimnasio.
En el gimnasio conocí a un amigo, Lucas Alonso, no era «Lucas Grijander». Él estaba siempre diciéndome que a ver cuándo salía a correr con él… que si patatín, que si patatán ya sabéis. Pero eso del correr no iba conmigo, me sentía muy pesado por la musculación que había cogido en el gimnasio y correr me costaba mucho, aunque tenía que hacer carrera a pie porque en la oposición de bombero exigían, por aquel entonces, hacer 1 km en 3 minutos… era exigente, pero casi lo hacía por aquellos días.
Lucas hacía un poco de musculación y entablamos una gran amistad y me animó a que fuera con él un día… y así fue. Llegó el día en que me puse las zapatillas de correr, claro con mi peso y él que hacía maratones, para mí era mucho la exigencia, pero me decidí a acompañarle.
El primer día me acuerdo, después de hacer las pesas reglamentarias, que le acompañé a correr a la Casa de Campo; quería dar una vuelta al Garabitas (como decía él). La vuelta consistía en unos 12 km. Mucho para mí por mi musculación, pero le acompañé e iba sufriendo, pero no le dejaba que me sacara más de 10 metros, y al final me dijo: «has sufrido pero has aguantado, joder que tío».
Al final salíamos todos los miércoles a correr y yo le acompañaba… mejorando día a día. Ellos tenían un grupo de corredores que se llamaba EL GRAN GRUPO GARABITAS , denominado así porque los que lo componían estaban entrenando en la Casa de Campo siempre y subían continuamente el Cerrro Garabitas. Todos los componentes del grupo eran maratonianos, su objetivo del año era el Maratón de Madrid; lo corrían todos los años. Lucas y Paco Gilo eran los almas del grupo.
Contaban anécdotas e historias que yo me quedaba obnubilado con tanta aventura. Era increíble poder escuchar a Lucas porque no paraba de hablar, era una enciclopedia abierta y sujetándote para que en los entrenos no fueras a pecar de listo; te controlaba el esfuerzo y se hacía fácil el rodar con él, de modo que evitaras que lo pagases antes de terminar el entreno.
Me animó a que fuera al grupo a entrenar con ellos los sábados y domingos; que era cuando ellos iban a entrenar todos juntos. Eran unos 30 más o menos…, algunas veces más y otras menos, pero era un grupo muy numeroso.
Al final me convenció y me presenté allí un sábado, que era el día que iba menos gente… todos me miraban y claro, cuando vas de nuevo a un grupo te quieren probar a ver como corres o como revientas. Je,je,je,je pero bueno, para ser el primer día no se dio mal, me acuerdo que con algunos sufría y con otros iba cómodo, había gente de todos los niveles, yo me acoplaba a mi nivel para no reventar mucho.
Y así trancurrieron los días, semanas y meses entrenando con Lucas, y luego los fines de semana con el GRAN GRUPO GARABITAS. Al principio al empezar, sólo entrenaba 3 días a la semana, no hacía más, y me plantearon Lucas y alguno más: «¿Julio, Por qué no corres un maratón con nosotros?«. Yo me reía, con lo que peso y la musculación que tengo… ¿Cómo voy a correr un maratón?, y me contestan: «si para ti está chupado». Primero, antes de correr el primer maratón de mi vida, bueno el segundo, ya había corrido el primero en el año 1978 en Madrid, como si fuera un juego, jejejeje, pero lo corrí con 14 años, esto era muy distinto, había que correr con ellos y aguantarlos porque sabía que me iban a atacar y me querrían reventar. Era gente muy experimentada pero que si podían, iban a por ti para reventarte.
Pero para probarme hice alguna carrera anteriormente, El Akiles, una carrera de 10 km en la casa de campo, ésa fue mi primera carrera y no hice mal tiempo, 42 minutos para mi primer 10.000, me dijeron que estaba muy bien para mi primera carrera y además era bastante dura.
La primera carrera fue en diciembre; el Akiles, en abril se celebraba el Maratón de Madrid; tenía 4 meses para prepararlo. No está mal, pero no subía de días de entreno, lo mío eran las pesas, así que nada… seguí entrenando y poco a poco se acercó el Maratón de Madrid.
Por fin llegó el día; el día del maratón, qué nervios, aunque yo lo que quería era acabarlo, pero salí demasiado rápido, me fui de todos los integrantes del Grupo Garabitas, iba de sobrado, y me fui para adelante, en el km 32 me pasaron los más fuertes del grupo, iba reventado, pero yo seguía… me puse a andar, no podía más, pero llegué a meta medio temblando y al llegar me estaban esperando mis compañeros que al llegar en 3:27 me dieron la enhorabuena y un gran abrazo como que había pasado el test que me habían propuesto. Ellos llegaron antes que yo en 3:20 y 3:15 los mejores, tampoco mucho antes pero en un maratón es tiempo, eso lo sabes cuando con el tiempo haces maratones.
Cuando acabas un maratón sufriendo siempre dices las mismas palabras, éste es el último, y para mí era el primero… bueno, segundo. Cuando iban pasando los días pensaba de forma diferente y se me metió en la cabeza volver a prepararme para correr al año siguiente otro maratón. Y les dije: «voy a entrenar más porque con 3 días no tengo suficiente, entrenaré 5 días como mínimo». Le cogí el gusto ese de ir sufriendo pero a la vez ir disfrutando de los entrenos, de las carreras, en definitiva del placer de correr y encontrarte bien contigo mismo.
Algunos decían a mis espaldas que era un fantasma, pero cuando veían como iba prosperando se iban dando cuenta que mi forma era diferente y que iba avanzando en el entrenamiento día a día y en las carreras también bajando mi marca de carrera en carrera y mes a mes. Ya había cogido un nivel por encima de la mayoría de todos los del Grupo Garabitas y algunos llevaban gente que corría para ver si podían conmigo o incluso a ver si me reventaban, jejejeje pero no lo conseguían.
Al año siguiente volví con más fuerza que nunca y bajé mi tiempo de sobra, paré el crono en 3:10, había bajado 17 minutos mi marca, estos flipaban, mis compañeros del grupo, no se lo podían creer.
Ya pasaban de mí, yo ya no contaba en el grupo como adversario sino como consejero de cómo había que entrenar y ayudar a toda la gente que quisiese entrenar y por supuesto yo me sentía así, o por lo menos eso me hacían sentir por mi manera de ser. Yo me sentía halagado porque me veían a mí como un ejemplo de disciplina, constancia pero sobre todo, como un buen amigo y compañero.
Llegué tarde a esto del atletismo pero lo cogí con muchas ganas, lo que me llevó a hacer más de 700 carreras en mi vida deportiva, entre las que destaco el MDS 2004, el Maratón de Madrid muchas veces y obligada cita del grupo, otra cita muy importante en mi palmarés varias veces Los 50 Km de Madrid en Vallecas, Maratón Alpino Madrileño, Subida al Veleta, Maratón de San Sebastián, Maratón de Sevilla, Maratón de Valencia, Maratón de Toral de los Vados, muchas carreras en sierras, muchas carreras en pueblos, en ciudades, en caminos, carreras matinales, carreras vespertinas, carreras nocturnas, todo ello me conlleva una serie de anécdotas y aventuras que si no hubiese sido por este mundo, no lo podría haber vivido así de intenso.
Una anécdota que destacar y que no tiene que pasar desapercibido en el GRAN GRUPO GARABITAS fue cuando gané los 50 Km de Madrid, ya que me hicieron un homenaje. Una cena con todos los componentes del Grupo Garabitas; me sentía como su gran héroe, no por haber ganado la carrera sino por sentirme integrante de este gran Grupo Garabitas y que siempre lo seré, aunque ahora ya no entrene con ellos, haya gente nueva siempre… me sentiré como uno más, como uno de ellos, parte del alma de este gran grupo y cómo quedó constancia del grupo con las firmas de todos los integrantes (véase este documento):
Este es el documento firmado por todos los que fueron a la cena con sus firmas y reconocimiento de este gran momento. Muchas gracias a todos.
Esto se lo debo a mi amigo Lucas Alonso Lobo que fue el que incitó a que llegase a este mundo maravilloso que es el atletismo. Lucas te doy las gracias por tus consejos, por tu compañía, por tu amistad, íbamos de un lado para otro haciendo carreras sin parar viajando, disfrutando de todo lo vivido.
Gracias, gracias y mil gracias por todo Lucas.
La respuesta a la pregunta de ¿Cómo empezaste a practicar estos deportes o mejor dicho cuando empezaste a correr?
Yo me inicié en esto del deporte tiempo después de hacer la mili, cuando decidí hacer algo, ya que estaba un poco gordito y me propuse prepararme para ser bombero, o mejor dicho prepararme para la oposición de bombero. Entonces me apunté a un gimnasio en la colonia de Los Ángeles, cerca de mi casa; cruzaba la carretera de Boadilla, y ya estaba el gimnasio.
En el gimnasio conocí a un amigo, Lucas Alonso, no era «Lucas Grijander». Él estaba siempre diciéndome que a ver cuándo salía a correr con él… que si patatín, que si patatán ya sabéis. Pero eso del correr no iba conmigo, me sentía muy pesado por la musculación que había cogido en el gimnasio y correr me costaba mucho, aunque tenía que hacer carrera a pie porque en la oposición de bombero exigían, por aquel entonces, hacer 1 km en 3 minutos… era exigente, pero casi lo hacía por aquellos días.
Lucas hacía un poco de musculación y entablamos una gran amistad y me animó a que fuera con él un día… y así fue. Llegó el día en que me puse las zapatillas de correr, claro con mi peso y él que hacía maratones, para mí era mucho la exigencia, pero me decidí a acompañarle.
El primer día me acuerdo, después de hacer las pesas reglamentarias, que le acompañé a correr a la Casa de Campo; quería dar una vuelta al Garabitas (como decía él). La vuelta consistía en unos 12 km. Mucho para mí por mi musculación, pero le acompañé e iba sufriendo, pero no le dejaba que me sacara más de 10 metros, y al final me dijo: «has sufrido pero has aguantado, joder que tío».
Al final salíamos todos los miércoles a correr y yo le acompañaba… mejorando día a día. Ellos tenían un grupo de corredores que se llamaba EL GRAN GRUPO GARABITAS , denominado así porque los que lo componían estaban entrenando en la Casa de Campo siempre y subían continuamente el Cerrro Garabitas. Todos los componentes del grupo eran maratonianos, su objetivo del año era el Maratón de Madrid; lo corrían todos los años. Lucas y Paco Gilo eran los almas del grupo.
Contaban anécdotas e historias que yo me quedaba obnubilado con tanta aventura. Era increíble poder escuchar a Lucas porque no paraba de hablar, era una enciclopedia abierta y sujetándote para que en los entrenos no fueras a pecar de listo; te controlaba el esfuerzo y se hacía fácil el rodar con él, de modo que evitaras que lo pagases antes de terminar el entreno.
Me animó a que fuera al grupo a entrenar con ellos los sábados y domingos; que era cuando ellos iban a entrenar todos juntos. Eran unos 30 más o menos…, algunas veces más y otras menos, pero era un grupo muy numeroso.
Al final me convenció y me presenté allí un sábado, que era el día que iba menos gente… todos me miraban y claro, cuando vas de nuevo a un grupo te quieren probar a ver como corres o como revientas. Je,je,je,je pero bueno, para ser el primer día no se dio mal, me acuerdo que con algunos sufría y con otros iba cómodo, había gente de todos los niveles, yo me acoplaba a mi nivel para no reventar mucho.
Y así trancurrieron los días, semanas y meses entrenando con Lucas, y luego los fines de semana con el GRAN GRUPO GARABITAS. Al principio al empezar, sólo entrenaba 3 días a la semana, no hacía más, y me plantearon Lucas y alguno más: «¿Julio, Por qué no corres un maratón con nosotros?«. Yo me reía, con lo que peso y la musculación que tengo… ¿Cómo voy a correr un maratón?, y me contestan: «si para ti está chupado». Primero, antes de correr el primer maratón de mi vida, bueno el segundo, ya había corrido el primero en el año 1978 en Madrid, como si fuera un juego, jejejeje, pero lo corrí con 14 años, esto era muy distinto, había que correr con ellos y aguantarlos porque sabía que me iban a atacar y me querrían reventar. Era gente muy experimentada pero que si podían, iban a por ti para reventarte.
Pero para probarme hice alguna carrera anteriormente, El Akiles, una carrera de 10 km en la casa de campo, ésa fue mi primera carrera y no hice mal tiempo, 42 minutos para mi primer 10.000, me dijeron que estaba muy bien para mi primera carrera y además era bastante dura.
La primera carrera fue en diciembre; el Akiles, en abril se celebraba el Maratón de Madrid; tenía 4 meses para prepararlo. No está mal, pero no subía de días de entreno, lo mío eran las pesas, así que nada… seguí entrenando y poco a poco se acercó el Maratón de Madrid.
Por fin llegó el día; el día del maratón, qué nervios, aunque yo lo que quería era acabarlo, pero salí demasiado rápido, me fui de todos los integrantes del Grupo Garabitas, iba de sobrado, y me fui para adelante, en el km 32 me pasaron los más fuertes del grupo, iba reventado, pero yo seguía… me puse a andar, no podía más, pero llegué a meta medio temblando y al llegar me estaban esperando mis compañeros que al llegar en 3:27 me dieron la enhorabuena y un gran abrazo como que había pasado el test que me habían propuesto. Ellos llegaron antes que yo en 3:20 y 3:15 los mejores, tampoco mucho antes pero en un maratón es tiempo, eso lo sabes cuando con el tiempo haces maratones.
Cuando acabas un maratón sufriendo siempre dices las mismas palabras, éste es el último, y para mí era el primero… bueno, segundo. Cuando iban pasando los días pensaba de forma diferente y se me metió en la cabeza volver a prepararme para correr al año siguiente otro maratón. Y les dije: «voy a entrenar más porque con 3 días no tengo suficiente, entrenaré 5 días como mínimo». Le cogí el gusto ese de ir sufriendo pero a la vez ir disfrutando de los entrenos, de las carreras, en definitiva del placer de correr y encontrarte bien contigo mismo.
Algunos decían a mis espaldas que era un fantasma, pero cuando veían como iba prosperando se iban dando cuenta que mi forma era diferente y que iba avanzando en el entrenamiento día a día y en las carreras también bajando mi marca de carrera en carrera y mes a mes. Ya había cogido un nivel por encima de la mayoría de todos los del Grupo Garabitas y algunos llevaban gente que corría para ver si podían conmigo o incluso a ver si me reventaban, jejejeje pero no lo conseguían.
Al año siguiente volví con más fuerza que nunca y bajé mi tiempo de sobra, paré el crono en 3:10, había bajado 17 minutos mi marca, estos flipaban, mis compañeros del grupo, no se lo podían creer.
Ya pasaban de mí, yo ya no contaba en el grupo como adversario sino como consejero de cómo había que entrenar y ayudar a toda la gente que quisiese entrenar y por supuesto yo me sentía así, o por lo menos eso me hacían sentir por mi manera de ser. Yo me sentía halagado porque me veían a mí como un ejemplo de disciplina, constancia pero sobre todo, como un buen amigo y compañero.
Llegué tarde a esto del atletismo pero lo cogí con muchas ganas, lo que me llevó a hacer más de 700 carreras en mi vida deportiva, entre las que destaco el MDS 2004, el Maratón de Madrid muchas veces y obligada cita del grupo, otra cita muy importante en mi palmarés varias veces Los 50 Km de Madrid en Vallecas, Maratón Alpino Madrileño, Subida al Veleta, Maratón de San Sebastián, Maratón de Sevilla, Maratón de Valencia, Maratón de Toral de los Vados, muchas carreras en sierras, muchas carreras en pueblos, en ciudades, en caminos, carreras matinales, carreras vespertinas, carreras nocturnas, todo ello me conlleva una serie de anécdotas y aventuras que si no hubiese sido por este mundo, no lo podría haber vivido así de intenso.
Una anécdota que destacar y que no tiene que pasar desapercibido en el GRAN GRUPO GARABITAS fue cuando gané los 50 Km de Madrid, ya que me hicieron un homenaje. Una cena con todos los componentes del Grupo Garabitas; me sentía como su gran héroe, no por haber ganado la carrera sino por sentirme integrante de este gran Grupo Garabitas y que siempre lo seré, aunque ahora ya no entrene con ellos, haya gente nueva siempre… me sentiré como uno más, como uno de ellos, parte del alma de este gran grupo y cómo quedó constancia del grupo con las firmas de todos los integrantes (véase este documento):
Este es el documento firmado por todos los que fueron a la cena con sus firmas y reconocimiento de este gran momento. Muchas gracias a todos.
Esto se lo debo a mi amigo Lucas Alonso Lobo que fue el que incitó a que llegase a este mundo maravilloso que es el atletismo. Lucas te doy las gracias por tus consejos, por tu compañía, por tu amistad, íbamos de un lado para otro haciendo carreras sin parar viajando, disfrutando de todo lo vivido.
Gracias, gracias y mil gracias por todo Lucas.
La respuesta a la pregunta de ¿Cómo empezaste a practicar estos deportes o mejor dicho cuando empezaste a correr?
Yo me inicié en esto del deporte tiempo después de hacer la mili, cuando decidí hacer algo, ya que estaba un poco gordito y me propuse prepararme para ser bombero, o mejor dicho prepararme para la oposición de bombero. Entonces me apunté a un gimnasio en la colonia de Los Ángeles, cerca de mi casa; cruzaba la carretera de Boadilla, y ya estaba el gimnasio.
En el gimnasio conocí a un amigo, Lucas Alonso, no era «Lucas Grijander». Él estaba siempre diciéndome que a ver cuándo salía a correr con él… que si patatín, que si patatán ya sabéis. Pero eso del correr no iba conmigo, me sentía muy pesado por la musculación que había cogido en el gimnasio y correr me costaba mucho, aunque tenía que hacer carrera a pie porque en la oposición de bombero exigían, por aquel entonces, hacer 1 km en 3 minutos… era exigente, pero casi lo hacía por aquellos días.
Lucas hacía un poco de musculación y entablamos una gran amistad y me animó a que fuera con él un día… y así fue. Llegó el día en que me puse las zapatillas de correr, claro con mi peso y él que hacía maratones, para mí era mucho la exigencia, pero me decidí a acompañarle.
El primer día me acuerdo, después de hacer las pesas reglamentarias, que le acompañé a correr a la Casa de Campo; quería dar una vuelta al Garabitas (como decía él). La vuelta consistía en unos 12 km. Mucho para mí por mi musculación, pero le acompañé e iba sufriendo, pero no le dejaba que me sacara más de 10 metros, y al final me dijo: «has sufrido pero has aguantado, joder que tío».
Al final salíamos todos los miércoles a correr y yo le acompañaba… mejorando día a día. Ellos tenían un grupo de corredores que se llamaba EL GRAN GRUPO GARABITAS , denominado así porque los que lo componían estaban entrenando en la Casa de Campo siempre y subían continuamente el Cerrro Garabitas. Todos los componentes del grupo eran maratonianos, su objetivo del año era el Maratón de Madrid; lo corrían todos los años. Lucas y Paco Gilo eran los almas del grupo.
Contaban anécdotas e historias que yo me quedaba obnubilado con tanta aventura. Era increíble poder escuchar a Lucas porque no paraba de hablar, era una enciclopedia abierta y sujetándote para que en los entrenos no fueras a pecar de listo; te controlaba el esfuerzo y se hacía fácil el rodar con él, de modo que evitaras que lo pagases antes de terminar el entreno.
Me animó a que fuera al grupo a entrenar con ellos los sábados y domingos; que era cuando ellos iban a entrenar todos juntos. Eran unos 30 más o menos…, algunas veces más y otras menos, pero era un grupo muy numeroso.
Al final me convenció y me presenté allí un sábado, que era el día que iba menos gente… todos me miraban y claro, cuando vas de nuevo a un grupo te quieren probar a ver como corres o como revientas. Je,je,je,je pero bueno, para ser el primer día no se dio mal, me acuerdo que con algunos sufría y con otros iba cómodo, había gente de todos los niveles, yo me acoplaba a mi nivel para no reventar mucho.
Y así trancurrieron los días, semanas y meses entrenando con Lucas, y luego los fines de semana con el GRAN GRUPO GARABITAS. Al principio al empezar, sólo entrenaba 3 días a la semana, no hacía más, y me plantearon Lucas y alguno más: «¿Julio, Por qué no corres un maratón con nosotros?«. Yo me reía, con lo que peso y la musculación que tengo… ¿Cómo voy a correr un maratón?, y me contestan: «si para ti está chupado». Primero, antes de correr el primer maratón de mi vida, bueno el segundo, ya había corrido el primero en el año 1978 en Madrid, como si fuera un juego, jejejeje, pero lo corrí con 14 años, esto era muy distinto, había que correr con ellos y aguantarlos porque sabía que me iban a atacar y me querrían reventar. Era gente muy experimentada pero que si podían, iban a por ti para reventarte.
Pero para probarme hice alguna carrera anteriormente, El Akiles, una carrera de 10 km en la casa de campo, ésa fue mi primera carrera y no hice mal tiempo, 42 minutos para mi primer 10.000, me dijeron que estaba muy bien para mi primera carrera y además era bastante dura.
La primera carrera fue en diciembre; el Akiles, en abril se celebraba el Maratón de Madrid; tenía 4 meses para prepararlo. No está mal, pero no subía de días de entreno, lo mío eran las pesas, así que nada… seguí entrenando y poco a poco se acercó el Maratón de Madrid.
Por fin llegó el día; el día del maratón, qué nervios, aunque yo lo que quería era acabarlo, pero salí demasiado rápido, me fui de todos los integrantes del Grupo Garabitas, iba de sobrado, y me fui para adelante, en el km 32 me pasaron los más fuertes del grupo, iba reventado, pero yo seguía… me puse a andar, no podía más, pero llegué a meta medio temblando y al llegar me estaban esperando mis compañeros que al llegar en 3:27 me dieron la enhorabuena y un gran abrazo como que había pasado el test que me habían propuesto. Ellos llegaron antes que yo en 3:20 y 3:15 los mejores, tampoco mucho antes pero en un maratón es tiempo, eso lo sabes cuando con el tiempo haces maratones.
Cuando acabas un maratón sufriendo siempre dices las mismas palabras, éste es el último, y para mí era el primero… bueno, segundo. Cuando iban pasando los días pensaba de forma diferente y se me metió en la cabeza volver a prepararme para correr al año siguiente otro maratón. Y les dije: «voy a entrenar más porque con 3 días no tengo suficiente, entrenaré 5 días como mínimo». Le cogí el gusto ese de ir sufriendo pero a la vez ir disfrutando de los entrenos, de las carreras, en definitiva del placer de correr y encontrarte bien contigo mismo.
Algunos decían a mis espaldas que era un fantasma, pero cuando veían como iba prosperando se iban dando cuenta que mi forma era diferente y que iba avanzando en el entrenamiento día a día y en las carreras también bajando mi marca de carrera en carrera y mes a mes. Ya había cogido un nivel por encima de la mayoría de todos los del Grupo Garabitas y algunos llevaban gente que corría para ver si podían conmigo o incluso a ver si me reventaban, jejejeje pero no lo conseguían.
Al año siguiente volví con más fuerza que nunca y bajé mi tiempo de sobra, paré el crono en 3:10, había bajado 17 minutos mi marca, estos flipaban, mis compañeros del grupo, no se lo podían creer.
Ya pasaban de mí, yo ya no contaba en el grupo como adversario sino como consejero de cómo había que entrenar y ayudar a toda la gente que quisiese entrenar y por supuesto yo me sentía así, o por lo menos eso me hacían sentir por mi manera de ser. Yo me sentía halagado porque me veían a mí como un ejemplo de disciplina, constancia pero sobre todo, como un buen amigo y compañero.
Llegué tarde a esto del atletismo pero lo cogí con muchas ganas, lo que me llevó a hacer más de 700 carreras en mi vida deportiva, entre las que destaco el MDS 2004, el Maratón de Madrid muchas veces y obligada cita del grupo, otra cita muy importante en mi palmarés varias veces Los 50 Km de Madrid en Vallecas, Maratón Alpino Madrileño, Subida al Veleta, Maratón de San Sebastián, Maratón de Sevilla, Maratón de Valencia, Maratón de Toral de los Vados, muchas carreras en sierras, muchas carreras en pueblos, en ciudades, en caminos, carreras matinales, carreras vespertinas, carreras nocturnas, todo ello me conlleva una serie de anécdotas y aventuras que si no hubiese sido por este mundo, no lo podría haber vivido así de intenso.
Una anécdota que destacar y que no tiene que pasar desapercibido en el GRAN GRUPO GARABITAS fue cuando gané los 50 Km de Madrid, ya que me hicieron un homenaje. Una cena con todos los componentes del Grupo Garabitas; me sentía como su gran héroe, no por haber ganado la carrera sino por sentirme integrante de este gran Grupo Garabitas y que siempre lo seré, aunque ahora ya no entrene con ellos, haya gente nueva siempre… me sentiré como uno más, como uno de ellos, parte del alma de este gran grupo y cómo quedó constancia del grupo con las firmas de todos los integrantes (véase este documento):
Este es el documento firmado por todos los que fueron a la cena con sus firmas y reconocimiento de este gran momento. Muchas gracias a todos.
Esto se lo debo a mi amigo Lucas Alonso Lobo que fue el que incitó a que llegase a este mundo maravilloso que es el atletismo. Lucas te doy las gracias por tus consejos, por tu compañía, por tu amistad, íbamos de un lado para otro haciendo carreras sin parar viajando, disfrutando de todo lo vivido.
Gracias, gracias y mil gracias por todo Lucas.
La respuesta a la pregunta de ¿Cómo empezaste a practicar estos deportes o mejor dicho cuando empezaste a correr?
Yo me inicié en esto del deporte tiempo después de hacer la mili, cuando decidí hacer algo, ya que estaba un poco gordito y me propuse prepararme para ser bombero, o mejor dicho prepararme para la oposición de bombero. Entonces me apunté a un gimnasio en la colonia de Los Ángeles, cerca de mi casa; cruzaba la carretera de Boadilla, y ya estaba el gimnasio.
En el gimnasio conocí a un amigo, Lucas Alonso, no era «Lucas Grijander». Él estaba siempre diciéndome que a ver cuándo salía a correr con él… que si patatín, que si patatán ya sabéis. Pero eso del correr no iba conmigo, me sentía muy pesado por la musculación que había cogido en el gimnasio y correr me costaba mucho, aunque tenía que hacer carrera a pie porque en la oposición de bombero exigían, por aquel entonces, hacer 1 km en 3 minutos… era exigente, pero casi lo hacía por aquellos días.
Lucas hacía un poco de musculación y entablamos una gran amistad y me animó a que fuera con él un día… y así fue. Llegó el día en que me puse las zapatillas de correr, claro con mi peso y él que hacía maratones, para mí era mucho la exigencia, pero me decidí a acompañarle.
El primer día me acuerdo, después de hacer las pesas reglamentarias, que le acompañé a correr a la Casa de Campo; quería dar una vuelta al Garabitas (como decía él). La vuelta consistía en unos 12 km. Mucho para mí por mi musculación, pero le acompañé e iba sufriendo, pero no le dejaba que me sacara más de 10 metros, y al final me dijo: «has sufrido pero has aguantado, joder que tío».
Al final salíamos todos los miércoles a correr y yo le acompañaba… mejorando día a día. Ellos tenían un grupo de corredores que se llamaba EL GRAN GRUPO GARABITAS , denominado así porque los que lo componían estaban entrenando en la Casa de Campo siempre y subían continuamente el Cerrro Garabitas. Todos los componentes del grupo eran maratonianos, su objetivo del año era el Maratón de Madrid; lo corrían todos los años. Lucas y Paco Gilo eran los almas del grupo.
Contaban anécdotas e historias que yo me quedaba obnubilado con tanta aventura. Era increíble poder escuchar a Lucas porque no paraba de hablar, era una enciclopedia abierta y sujetándote para que en los entrenos no fueras a pecar de listo; te controlaba el esfuerzo y se hacía fácil el rodar con él, de modo que evitaras que lo pagases antes de terminar el entreno.
Me animó a que fuera al grupo a entrenar con ellos los sábados y domingos; que era cuando ellos iban a entrenar todos juntos. Eran unos 30 más o menos…, algunas veces más y otras menos, pero era un grupo muy numeroso.
Al final me convenció y me presenté allí un sábado, que era el día que iba menos gente… todos me miraban y claro, cuando vas de nuevo a un grupo te quieren probar a ver como corres o como revientas. Je,je,je,je pero bueno, para ser el primer día no se dio mal, me acuerdo que con algunos sufría y con otros iba cómodo, había gente de todos los niveles, yo me acoplaba a mi nivel para no reventar mucho.
Y así trancurrieron los días, semanas y meses entrenando con Lucas, y luego los fines de semana con el GRAN GRUPO GARABITAS. Al principio al empezar, sólo entrenaba 3 días a la semana, no hacía más, y me plantearon Lucas y alguno más: «¿Julio, Por qué no corres un maratón con nosotros?«. Yo me reía, con lo que peso y la musculación que tengo… ¿Cómo voy a correr un maratón?, y me contestan: «si para ti está chupado». Primero, antes de correr el primer maratón de mi vida, bueno el segundo, ya había corrido el primero en el año 1978 en Madrid, como si fuera un juego, jejejeje, pero lo corrí con 14 años, esto era muy distinto, había que correr con ellos y aguantarlos porque sabía que me iban a atacar y me querrían reventar. Era gente muy experimentada pero que si podían, iban a por ti para reventarte.
Pero para probarme hice alguna carrera anteriormente, El Akiles, una carrera de 10 km en la casa de campo, ésa fue mi primera carrera y no hice mal tiempo, 42 minutos para mi primer 10.000, me dijeron que estaba muy bien para mi primera carrera y además era bastante dura.
La primera carrera fue en diciembre; el Akiles, en abril se celebraba el Maratón de Madrid; tenía 4 meses para prepararlo. No está mal, pero no subía de días de entreno, lo mío eran las pesas, así que nada… seguí entrenando y poco a poco se acercó el Maratón de Madrid.
Por fin llegó el día; el día del maratón, qué nervios, aunque yo lo que quería era acabarlo, pero salí demasiado rápido, me fui de todos los integrantes del Grupo Garabitas, iba de sobrado, y me fui para adelante, en el km 32 me pasaron los más fuertes del grupo, iba reventado, pero yo seguía… me puse a andar, no podía más, pero llegué a meta medio temblando y al llegar me estaban esperando mis compañeros que al llegar en 3:27 me dieron la enhorabuena y un gran abrazo como que había pasado el test que me habían propuesto. Ellos llegaron antes que yo en 3:20 y 3:15 los mejores, tampoco mucho antes pero en un maratón es tiempo, eso lo sabes cuando con el tiempo haces maratones.
Cuando acabas un maratón sufriendo siempre dices las mismas palabras, éste es el último, y para mí era el primero… bueno, segundo. Cuando iban pasando los días pensaba de forma diferente y se me metió en la cabeza volver a prepararme para correr al año siguiente otro maratón. Y les dije: «voy a entrenar más porque con 3 días no tengo suficiente, entrenaré 5 días como mínimo». Le cogí el gusto ese de ir sufriendo pero a la vez ir disfrutando de los entrenos, de las carreras, en definitiva del placer de correr y encontrarte bien contigo mismo.
Algunos decían a mis espaldas que era un fantasma, pero cuando veían como iba prosperando se iban dando cuenta que mi forma era diferente y que iba avanzando en el entrenamiento día a día y en las carreras también bajando mi marca de carrera en carrera y mes a mes. Ya había cogido un nivel por encima de la mayoría de todos los del Grupo Garabitas y algunos llevaban gente que corría para ver si podían conmigo o incluso a ver si me reventaban, jejejeje pero no lo conseguían.
Al año siguiente volví con más fuerza que nunca y bajé mi tiempo de sobra, paré el crono en 3:10, había bajado 17 minutos mi marca, estos flipaban, mis compañeros del grupo, no se lo podían creer.
Ya pasaban de mí, yo ya no contaba en el grupo como adversario sino como consejero de cómo había que entrenar y ayudar a toda la gente que quisiese entrenar y por supuesto yo me sentía así, o por lo menos eso me hacían sentir por mi manera de ser. Yo me sentía halagado porque me veían a mí como un ejemplo de disciplina, constancia pero sobre todo, como un buen amigo y compañero.
Llegué tarde a esto del atletismo pero lo cogí con muchas ganas, lo que me llevó a hacer más de 700 carreras en mi vida deportiva, entre las que destaco el MDS 2004, el Maratón de Madrid muchas veces y obligada cita del grupo, otra cita muy importante en mi palmarés varias veces Los 50 Km de Madrid en Vallecas, Maratón Alpino Madrileño, Subida al Veleta, Maratón de San Sebastián, Maratón de Sevilla, Maratón de Valencia, Maratón de Toral de los Vados, muchas carreras en sierras, muchas carreras en pueblos, en ciudades, en caminos, carreras matinales, carreras vespertinas, carreras nocturnas, todo ello me conlleva una serie de anécdotas y aventuras que si no hubiese sido por este mundo, no lo podría haber vivido así de intenso.
Una anécdota que destacar y que no tiene que pasar desapercibido en el GRAN GRUPO GARABITAS fue cuando gané los 50 Km de Madrid, ya que me hicieron un homenaje. Una cena con todos los componentes del Grupo Garabitas; me sentía como su gran héroe, no por haber ganado la carrera sino por sentirme integrante de este gran Grupo Garabitas y que siempre lo seré, aunque ahora ya no entrene con ellos, haya gente nueva siempre… me sentiré como uno más, como uno de ellos, parte del alma de este gran grupo y cómo quedó constancia del grupo con las firmas de todos los integrantes (véase este documento):
Este es el documento firmado por todos los que fueron a la cena con sus firmas y reconocimiento de este gran momento. Muchas gracias a todos.
Esto se lo debo a mi amigo Lucas Alonso Lobo que fue el que incitó a que llegase a este mundo maravilloso que es el atletismo. Lucas te doy las gracias por tus consejos, por tu compañía, por tu amistad, íbamos de un lado para otro haciendo carreras sin parar viajando, disfrutando de todo lo vivido.
Gracias, gracias y mil gracias por todo Lucas.
La respuesta a la pregunta de ¿Cómo empezaste a practicar estos deportes o mejor dicho cuando empezaste a correr?
Yo me inicié en esto del deporte tiempo después de hacer la mili, cuando decidí hacer algo, ya que estaba un poco gordito y me propuse prepararme para ser bombero, o mejor dicho prepararme para la oposición de bombero. Entonces me apunté a un gimnasio en la colonia de Los Ángeles, cerca de mi casa; cruzaba la carretera de Boadilla, y ya estaba el gimnasio.
En el gimnasio conocí a un amigo, Lucas Alonso, no era «Lucas Grijander». Él estaba siempre diciéndome que a ver cuándo salía a correr con él… que si patatín, que si patatán ya sabéis. Pero eso del correr no iba conmigo, me sentía muy pesado por la musculación que había cogido en el gimnasio y correr me costaba mucho, aunque tenía que hacer carrera a pie porque en la oposición de bombero exigían, por aquel entonces, hacer 1 km en 3 minutos… era exigente, pero casi lo hacía por aquellos días.
Lucas hacía un poco de musculación y entablamos una gran amistad y me animó a que fuera con él un día… y así fue. Llegó el día en que me puse las zapatillas de correr, claro con mi peso y él que hacía maratones, para mí era mucho la exigencia, pero me decidí a acompañarle.
El primer día me acuerdo, después de hacer las pesas reglamentarias, que le acompañé a correr a la Casa de Campo; quería dar una vuelta al Garabitas (como decía él). La vuelta consistía en unos 12 km. Mucho para mí por mi musculación, pero le acompañé e iba sufriendo, pero no le dejaba que me sacara más de 10 metros, y al final me dijo: «has sufrido pero has aguantado, joder que tío».
Al final salíamos todos los miércoles a correr y yo le acompañaba… mejorando día a día. Ellos tenían un grupo de corredores que se llamaba EL GRAN GRUPO GARABITAS , denominado así porque los que lo componían estaban entrenando en la Casa de Campo siempre y subían continuamente el Cerrro Garabitas. Todos los componentes del grupo eran maratonianos, su objetivo del año era el Maratón de Madrid; lo corrían todos los años. Lucas y Paco Gilo eran los almas del grupo.
Contaban anécdotas e historias que yo me quedaba obnubilado con tanta aventura. Era increíble poder escuchar a Lucas porque no paraba de hablar, era una enciclopedia abierta y sujetándote para que en los entrenos no fueras a pecar de listo; te controlaba el esfuerzo y se hacía fácil el rodar con él, de modo que evitaras que lo pagases antes de terminar el entreno.
Me animó a que fuera al grupo a entrenar con ellos los sábados y domingos; que era cuando ellos iban a entrenar todos juntos. Eran unos 30 más o menos…, algunas veces más y otras menos, pero era un grupo muy numeroso.
Al final me convenció y me presenté allí un sábado, que era el día que iba menos gente… todos me miraban y claro, cuando vas de nuevo a un grupo te quieren probar a ver como corres o como revientas. Je,je,je,je pero bueno, para ser el primer día no se dio mal, me acuerdo que con algunos sufría y con otros iba cómodo, había gente de todos los niveles, yo me acoplaba a mi nivel para no reventar mucho.
Y así trancurrieron los días, semanas y meses entrenando con Lucas, y luego los fines de semana con el GRAN GRUPO GARABITAS. Al principio al empezar, sólo entrenaba 3 días a la semana, no hacía más, y me plantearon Lucas y alguno más: «¿Julio, Por qué no corres un maratón con nosotros?«. Yo me reía, con lo que peso y la musculación que tengo… ¿Cómo voy a correr un maratón?, y me contestan: «si para ti está chupado». Primero, antes de correr el primer maratón de mi vida, bueno el segundo, ya había corrido el primero en el año 1978 en Madrid, como si fuera un juego, jejejeje, pero lo corrí con 14 años, esto era muy distinto, había que correr con ellos y aguantarlos porque sabía que me iban a atacar y me querrían reventar. Era gente muy experimentada pero que si podían, iban a por ti para reventarte.
Pero para probarme hice alguna carrera anteriormente, El Akiles, una carrera de 10 km en la casa de campo, ésa fue mi primera carrera y no hice mal tiempo, 42 minutos para mi primer 10.000, me dijeron que estaba muy bien para mi primera carrera y además era bastante dura.
La primera carrera fue en diciembre; el Akiles, en abril se celebraba el Maratón de Madrid; tenía 4 meses para prepararlo. No está mal, pero no subía de días de entreno, lo mío eran las pesas, así que nada… seguí entrenando y poco a poco se acercó el Maratón de Madrid.
Por fin llegó el día; el día del maratón, qué nervios, aunque yo lo que quería era acabarlo, pero salí demasiado rápido, me fui de todos los integrantes del Grupo Garabitas, iba de sobrado, y me fui para adelante, en el km 32 me pasaron los más fuertes del grupo, iba reventado, pero yo seguía… me puse a andar, no podía más, pero llegué a meta medio temblando y al llegar me estaban esperando mis compañeros que al llegar en 3:27 me dieron la enhorabuena y un gran abrazo como que había pasado el test que me habían propuesto. Ellos llegaron antes que yo en 3:20 y 3:15 los mejores, tampoco mucho antes pero en un maratón es tiempo, eso lo sabes cuando con el tiempo haces maratones.
Cuando acabas un maratón sufriendo siempre dices las mismas palabras, éste es el último, y para mí era el primero… bueno, segundo. Cuando iban pasando los días pensaba de forma diferente y se me metió en la cabeza volver a prepararme para correr al año siguiente otro maratón. Y les dije: «voy a entrenar más porque con 3 días no tengo suficiente, entrenaré 5 días como mínimo». Le cogí el gusto ese de ir sufriendo pero a la vez ir disfrutando de los entrenos, de las carreras, en definitiva del placer de correr y encontrarte bien contigo mismo.
Algunos decían a mis espaldas que era un fantasma, pero cuando veían como iba prosperando se iban dando cuenta que mi forma era diferente y que iba avanzando en el entrenamiento día a día y en las carreras también bajando mi marca de carrera en carrera y mes a mes. Ya había cogido un nivel por encima de la mayoría de todos los del Grupo Garabitas y algunos llevaban gente que corría para ver si podían conmigo o incluso a ver si me reventaban, jejejeje pero no lo conseguían.
Al año siguiente volví con más fuerza que nunca y bajé mi tiempo de sobra, paré el crono en 3:10, había bajado 17 minutos mi marca, estos flipaban, mis compañeros del grupo, no se lo podían creer.
Ya pasaban de mí, yo ya no contaba en el grupo como adversario sino como consejero de cómo había que entrenar y ayudar a toda la gente que quisiese entrenar y por supuesto yo me sentía así, o por lo menos eso me hacían sentir por mi manera de ser. Yo me sentía halagado porque me veían a mí como un ejemplo de disciplina, constancia pero sobre todo, como un buen amigo y compañero.
Llegué tarde a esto del atletismo pero lo cogí con muchas ganas, lo que me llevó a hacer más de 700 carreras en mi vida deportiva, entre las que destaco el MDS 2004, el Maratón de Madrid muchas veces y obligada cita del grupo, otra cita muy importante en mi palmarés varias veces Los 50 Km de Madrid en Vallecas, Maratón Alpino Madrileño, Subida al Veleta, Maratón de San Sebastián, Maratón de Sevilla, Maratón de Valencia, Maratón de Toral de los Vados, muchas carreras en sierras, muchas carreras en pueblos, en ciudades, en caminos, carreras matinales, carreras vespertinas, carreras nocturnas, todo ello me conlleva una serie de anécdotas y aventuras que si no hubiese sido por este mundo, no lo podría haber vivido así de intenso.
Una anécdota que destacar y que no tiene que pasar desapercibido en el GRAN GRUPO GARABITAS fue cuando gané los 50 Km de Madrid, ya que me hicieron un homenaje. Una cena con todos los componentes del Grupo Garabitas; me sentía como su gran héroe, no por haber ganado la carrera sino por sentirme integrante de este gran Grupo Garabitas y que siempre lo seré, aunque ahora ya no entrene con ellos, haya gente nueva siempre… me sentiré como uno más, como uno de ellos, parte del alma de este gran grupo y cómo quedó constancia del grupo con las firmas de todos los integrantes (véase este documento):
Este es el documento firmado por todos los que fueron a la cena con sus firmas y reconocimiento de este gran momento. Muchas gracias a todos.
Esto se lo debo a mi amigo Lucas Alonso Lobo que fue el que incitó a que llegase a este mundo maravilloso que es el atletismo. Lucas te doy las gracias por tus consejos, por tu compañía, por tu amistad, íbamos de un lado para otro haciendo carreras sin parar viajando, disfrutando de todo lo vivido.
Gracias, gracias y mil gracias por todo Lucas.